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¿Cómo se mide el percentil en niños?
Los percentiles se calculan gracias a unas tablas de valores de referencia proporcionados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Estas tablas van relacionando la edad y el sexo con el peso, la talla y el perímetro craneal.
¿Qué pasa si mi hijo baja de percentil?
Diagnóstico y tratamiento de niños con problemas de crecimiento La talla del niño es uno de los parámetros que se valoran en las revisiones pediátricas, junto con el peso y el perímetro cefálico. Se registra dentro de las tablas de percentiles. La estatura es uno de los temas que más preocupan a los padres ya que un correcto crecimiento se asocia con un buen estado de salud.
En los dos primeros años, el niño experimenta el mayor crecimiento de su vida, Así, es habitual que sume hasta 25 centímetros en sus primeros doce meses y unos 12 centímetros en el siguiente año. El siguiente ‘estirón’ sucede en la edad puberal (con un crecimiento de 8-12 cms /año). En las niñas se presenta a los 10-11 años, y en los varones entre los 12-13.
En los años intermedios, es habitual crecer entre 4-7 centímetros. La valoración de la talla se realizará cada 6-12 meses, dado que la velocidad de crecimiento es variable a lo largo del año y en cada niño. La estatura definitiva de una persona depende de varios factores: genéticos (los más importante), por ello es fundamental conocer la raza, sexo y estatura de los padres; también factores hormonales (la hormona de crecimiento se estimula con el ejercicio y con un sueño adecuado), metabólicos, ambientales,, psicológicosetc.
- ¿Cuándo podemos entonces hablar de niños con talla baja? ¿Qué niños tienen una talla baja? En, se considera que un niño tiene talla baja si está por debajo del percentil 3, lo que significa que el 97% de los niños de su edad son más altos que él.
- Las tablas de percentiles se fijan de acuerdo con las características de una determinada población o etnia, a la edad cronológica y al sexo del niño.
Por debajo del 3 se considera talla baja y por encima de 97, talla alta. Este dato nunca se valora de forma aislada. Hay que valorarlo a lo largo de los años. También se debe controlar la velocidad de crecimiento que se mide en cm/año, Pero para calcularla el intervalo ideal de observación es como mínimo 12 meses.
- Existen unas gráficas para saber si es correcta.
- La mayoría de los niños con talla baja (el 80%) no presentan ningún trastorno que lo motive.
- Un descenso importante en los percentiles o una velocidad de crecimiento inadecuada, pueden indicar que algo está fallando.
- Si el pediatra de cabecera sospecha que el niño padece un cuadro de talla baja patológica, le derivará al especialista en endocrinología infantil.
Además de comparar la talla con la de otros niños, hay que valorarla en su ámbito familiar y sobre todo, valorar la estatura de los padres, dato orientativo sobre la talla final que alcanzará el niño por genética. No obstante, el 15% de los niños con talla baja no alcanza una altura acorde con la altura de sus padres al final de su periodo de crecimiento por diferentes causas.
- La edad ósea Si el niño está por debajo del percentil 3 y /o la velocidad de crecimiento es baja, se inicia un estudio de edad ósea.
- Consiste en una radiografía de la mano y muñeca no dominantes.
- Esta prueba permite comparar la maduración del hueso y si coincide con la edad cronológica del niño.
- Lo normal es que la edad cronológica y la ósea coincidan, aunque puede haber una diferencia de un año sin que exista ningún problema; y en algunas enfermedades se puede adelantar o retrasar.
En el caso de que un niño tenga 13 años y su edad ósea sea de 10, significa que podría comparar su talla con un niño de 10 años y que alcanzará su talla final más tarde que otros niños de su edad. En la mayoría de los casos la talla final no se ve afectada.
- Talla baja que no precisa tratamiento Los niños más bajitos suelen tener antecedentes familiares de tallas por debajo del percentil 3.
- Sus medidas al nacer son normales, pero durante los 2-3 primeros años, presentan una desaceleración en la velocidad de crecimiento y su talla se queda por debajo de dicho percentil.
Su velocidad de crecimiento también irá por debajo de la media, pero dentro de lo normal. Su pubertad llega en el momento normal, con un ‘estirón’ normal o menor. Normalmente su edad ósea concuerda con la cronológica, y su talla final es más baja porque le corresponde genéticamente.
- Algunos niños presentan lo que los pediatras llaman retraso constitucional de crecimiento y desarrollo,
- Son niños con una medida normal al nacer, pero durante los primeros años se van situando en percentil 3 o menos y van manteniendo velocidad de crecimiento normal.
- La edad ósea se encuentra por debajo de la edad cronológica.
Normalmente presentan retraso puberal asociado, por lo que pueden parecer muy bajitos al compararlos con sus compañeros, pero finalmente con la pubertad presentan un tirón adecuado y alcanzan su talla final. Causas patológicas de la baja estatura Dos de cada 10 niños de talla baja lo son por causas patológicas como:
Enfermedades endocrinas : déficit de hormona del crecimiento o hipotiroidismo (un diagnóstico tardío puede provocar retraso psicomotor). Retraso de crecimiento intrauterino : puede ocurrir por patologías maternas o placentarias. Enfermedades crónicas como:
como hepatopatías, celiaquía o enfermedad de Crohn. Renales (tubulopatías, pielonefritis o insuficiencia renal crónica). Hematológicas (anemia y leucemia). Cardiovasculares (cardiopatías congénitas, insuficiencia cardiaca).
Carencia afectiva : ocurre en familias desestructuradas con graves problemas psicosociales (alcoholismo, drogadicción, etc.) Desnutrición : en páises en vías de desarrollo, es la causa más habitual. Dos tercios de la población mundial está subnutridos.
Tratamiento: la hormona de crecimiento Algunos niños con talla baja pueden beneficiarse del tratamiento con hormona de crecimiento. Actualmente está aceptado y financiado dentro del sistema público sanitario el tratamiento de los niños con déficit de hormona de crecimiento, síndrome de Turner, insuficiencia renal crónica, síndrome de Prader Willi, crecimiento intrauterino retardado (a partir de los 4 años si no se ha recuperado la talla), y deficiencia de crecimiento por alteración del gen SHOX.
En el Síndrome de Noonan también está aceptado, y parece que se incluirá en poco tiempo. El tratamiento con hormona del crecimiento no está exento de riesgos, puede tener efectos secundarios (algunos de ellos aún desconocidos, a largo plazo) y conlleva un coste elevado. Pero si se decide que es el tratamiento más adecuado para el niño, este debe empezar tan pronto como sea posible ya que es más eficaz en niños de menor edad.
Se administra por inyección todas las noches hasta que finalice el crecimiento. No todos los niños necesitan la misma cantidad de hormona en el tratamiento, este se personaliza al máximo. : Diagnóstico y tratamiento de niños con problemas de crecimiento
¿Que nos informa un percentil?
¿Qué es el percentil y para qué sirve? Actualizado 23/11/2015 15:03 Imaginemos una revisión en el pediatra de un bebé cualquiera. Todo bien, los remedios estándar para la nueva temporada de mocos que todos conocemos; Mucha agua, si tiene fiebre le das el antitérmico con sabor a fresa y si ves que la cosa no mejora se lo alternas con el de sabor a naranja.
El peso bien, la altura genial y un percentil por encima de lo que a su edad le corresponde. El padre o madre mira al médico, le devuelve la sonrisa que demuestra lo orgulloso que está de su bebé y sale de la consulta contentísimo sabiendo que su hijo o hija, a pesar de los mocos, tiene un percentil por encima de la media.
Los padres lo comentan con las abuelas cuando les llaman para preguntar por el niño y les dejan claro que la cosa va bien porque el niño tiene un percentil por encima de la media. Están tan contentos que incluso hablan con sus hermanos y les preguntan qué percentil tenían sus hijos a la edad del suyo.
Sin querer, durante la semana, el percentil se convierte en el tema de conversación con amigos y otros padres y madres. Llegan por tanto a la conclusión de que están haciendo la cosa bien porque tienen un hijo con un percentil por encima de la media. ¡Felicidades! Pero, ¿alguien se ha preguntado alguna vez qué es eso del percentil? Y todavía mejor, ¿para qué sirve? La cosa es sencilla, pero solo para los matemáticos, en mi caso lo he tenido que preguntar varias veces y me ha sorprendido descubrir que es un término que todos los padres y madres tenemos en cuenta, pero pocos sabemos qué es realmente.
Un percentil es una medida estadística para comparar resultados, nos permite saber cómo está situado un valor en función de una muestra. Si hablamos de bebés, nos permitiría comparar los datos de nuestro bebé con otros de sus mismas características. Estas características son la edad y el sexo.
El pesoLa alturaLa circunferencia de la cabeza
Si nos dice nuestro pediatra que nuestro bebé de 6kg está en el percentil 25, quiere decir que hay un 25% de los bebés estudiados que están en el mismo peso o menos y un 75% que están por encima.Pongo el ejemplo al contrario, a ver si consigo aclarar la cosa un poco más: si nuestro bebé se encuentra en el percentil 75 de peso, quiere decir entonces que de toda la muestra solo hay un 25% que pesen más que nuestro hijo.En España, los valores y las curvas utilizados para medir los percentiles (las curvas son la representación gráfica de los valores, esos papeles con líneas y puntitos que nos da siempre el pediatra al acabar la revisión) son las proporcionadas por el Sistema Público de Salud que están realizadas por el Instituto de Investigación sobre Crecimiento y Desarrollo de la Fundación Faustino Orbegozo Eizaguirre.Estas tablas hacen dos diferencias por edad, niños de 0 a 2 años y de 2 a 14 años y son diferentes para niños y para niñas.
Existen 7 percentiles que agrupan las medidas que se consideran normales, del percentil 3 al 97, pasando por el 19, 25, 50 -que sería la media-, 75 y 90. Por debajo del 3 y por encima del 97, nuestro pediatra, que al fin y al cabo es quien revisa los datos, nos dirá qué pasos seguir.
- Los percentiles, al tratarse de una medida estadística no son iguales en todos los países, es mas o menos lógico pensar que la muestra para extraer los datos no será igual aquí que en un país con grandes problemas para alimentar a su población.
- Por esto, nuestro hijo puede estar en un percentil en España y en otro muy diferente en otro país.
El estudio de los datos y el método de elaboración de las tablas para crear los percentiles, es preciso y, posiblemente, cada vez mejor, pero hasta qué punto pueden ser concluyentes, lo vamos a determinar nosotros. Si nuestro hijo crece y se desarrolla continuamente de forma controlada por un profesional, el número que alcance en una gráfica es algo más.
¿Qué alimentos ayudan a la hormona del crecimiento?
25 Hospitales Angeles en México, ¡ubica tu hospital! La alimentación juega uno de los papeles más importantes para ayudar al organismo a crecer y adaptarse a cada edad. Una adecuada selección de los alimentos -en especial, en los primeros años de vida- es clave para asegurar el crecimiento y la salud, no solo en la infancia, sino también en la etapa adulta y en la vejez.
- El calcio, el hierro, las proteínas y las vitaminas son nutrientes específicos que ayudan en el crecimiento corporal.
- Por tanto, todos los alimentos que contienen estos nutrientes ayudan en el desarrollo.
- En sí, más que los alimentos, son los nutrientes los que desempeñan este rol.
- Sin embargo, la clave de un correcto desarrollo del organismo, tanto físico como mental, es una alimentación variada y equilibrada y, sobre todo, en cantidades suficientes.
En el adulto el crecimiento está muy ligado a los gene, los cuales marcan nuestra estatura final. No hay evidencia científica de que una persona pueda aumentar su estatura una vez pasada la pubertad. No obstante, se pueden seguir pautas nutricionales correctas que ayuden al organismo a reparar y crear nuevos tejidos, mejorar el alargamiento muscular y fortalecer los huesos.
Alimentos para crecer La clave del crecimiento está en los músculos y en los huesos. Por esta razón, para incentivar su crecimiento, es fundamental una dieta rica en calcio, fósforo y magnesio. Las proteínas y los hidratos de carbono, como nutrientes más complejos, son también de vital importancia para asegurar el crecimiento del organismo.
La infancia y la pubertad son las dos etapas en las que se experimenta el crecimiento, de ahí que las necesidades de nutrientes sean fundamentales para niños y adolescentes. No obstante los alimentos para crecer deben consumirse siempre, ya que el cuerpo humano no deja nunca de cambiar.
Proteínas. Este nutriente resulta esencial para el crecimiento, nunca debe faltar en la dieta diaria, ni de un niño, ni de un adulto. Alimentos como la carne de pollo, los lácteos (queso, leche o yogur) y el huevo son de vital importancia. Su principal función es la formación de tejido nuevo, pero además, al ser alimentos ricos en aminoácidos, se encargan de estimular la hormona del crecimiento (triptófano, arginina, lisina y tirosina). Hidratos de carbono. Se encargadan de proporcionar energía al cuerpo y de preservar a las proteínas para que puedan realizar sus funciones de manera correcta. Se aconsejan los hidratos de carbono de absorción lenta, los azúcares complejos (cereales integrales, legumbres, verduras) y, como azúcares rápidos que aportan la energía de manera instantánea, la fruta. Grasas insaturadas. Las grasas son importantes para el organismo, puesto que son las responsables de proteger el sistema cardiovascular y forman parte de las membranas que recubren los órganos. Se aconseja consumir frutos secos, aceite de oliva o vegetal y todo tipo de semillas. Agua: el agua es fuente de vida. Sin ella, esta es imposible y, además, abastece a los músculos cuando aumentan de tamaño, de modo que nunca puede faltar. Beber dos litros de agua al día es suficiente para cubrir las necesidades del organismo. Vitaminas. Son responsables en gran medida de la reparación tisular (esto es, el intercambio gaseoso entre la sangre y los diferentes tejidos del cuerpo). Participan en el metabolismo energético (obtienen energía) y actúan también en la síntesis de colágeno. Las siguientes son las principales vitaminas responsables de un correcto crecimiento y los alimentos donde se acumulan: alimentos como los cítricos, fuente de vitamina C; las verduras frescas, fuente de vitamina A; el aceite de oliva, fuente de vitamina E; las carnes, leche y yogures, fuentes de vitaminas del grupo B; o el huevo y el pescado, fuentes de vitamina D. Minerales. Calcio, fósforo y hierro son imprescindibles para un buen crecimiento. El calcio se halla en la leche y sus derivados, las legumbres, el pescado y los frutos secos. El fósforo se encuentra en estos mismos alimentos y en la carne. El hierro está presente en verduras de hoja verde, legumbres, carne y cereales integrales.
Además de procurar incluir estos alimentos en la dieta, es muy importante evitar el tabaco y el alcohol, Está comprobado que estos productos inhiben el crecimiento y el desarrollo hormonal. : 25 Hospitales Angeles en México, ¡ubica tu hospital!