Tabla del valor energético de los alimentos
Alimento | Medida | Calorías |
---|---|---|
Aceites | ||
Yogur | 1 unidad | 182 |
Leche condensada | 1 cucharada | 61 |
Leche con chocolate en polvo | 1 taza | 196 |
Nog 89 rijen
Contents
¿Cómo saber el contenido energético de los alimentos?
¿CÓMO SE CALCULA EL VALOR ENERGÉTICO DE UN ALIMENTO? En primer lugar, se calcula la energía aportada por cada nutriente por separado (hidratos de carbono, proteínas, grasas y alcoholes) y después se suman todos los valores obtenidos y el resultado se expresa en Kilojulios (kJ) y Kilocalorías (kcal).
¿Qué grupo de alimentos tiene mayor contenido energético?
Frutos secos. Es el alimento energético más recurrido. Tienen un alto contenido en ácidos grasos esenciales que tu organismo no puede obtener por sí mismo. Además, también aportan proteínas y son antioxidantes.
¿Qué es una tabla calorica de alimentos?
Tabla de calorías Las calorías que contienen los alimentos, le aportan al cuerpo humano la energía que necesita para llevar a cabo todas sus funciones. Una tabla de calorías es una relación entre los alimentos y su aporte energético.
¿Cómo saber si un alimento es proteico o energético?
Ãcido linoleico conjugado – El término hace referencia a una serie de isómeros del ácido linoleico que poseen sus dobles enlaces en posición conjugada y pueden presentarse en configuración cis o trans. Estos ácidos grasos han demostrado poseer gran variedad de efectos beneficiosos en algunos tipos de cáncer, obesidad, diabetes, inflamación, inmunodeficiencia, patologÃa cardiovascular, etc.
El ácido linoleico conjugado es producido por la flora gastrointestinal de los rumiantes a partir del ácido linoleico. El ser humano y otros mamÃferos también lo producen, pero en cantidades muy pequeñas.  Sustancias, microorganismos y preparados distintos de las materias primas para piensos y de las premezclas, que se añaden intencionadamente a los piensos o al agua para influir positivamente en las caracterÃsticas del pienso o en las de los productos animales o en el color de algunos pájaros o peces ornamentales o para satisfacer algunas necesidades alimenticias de los animales.
 Alimentos que aportan una alta concentración de nutrientes utilizables por el animal por unidad de volumen. Suelen ser alimentos con bajo contenido en fibra (menor del 18% FB). Si tienen un alto contenido en proteÃna bruta (mayor del 20% PB) se conocen como concentrados proteicos y si no, como concentrados energéticos.
-  Alimentos que aportan una baja concentración de nutrientes utilizables por el animal por unidad de volumen.
- Pueden ser productos vegetales con bajo contenido en nutrientes por unidad de volumen, debido a su bajo contenido en materia seca, como la hierba verde, las raÃces de remolacha o los nabos, aunque sean muy digestibles porque tengan un bajo contenido en fibra o bien aquellos que, aunque tengan una alta cantidad de nutrientes, estos sean poco digestibles, porque tienen un alto contenido en compuestos fibrosos, como las pajas o los henos.
En ambos casos, debido a su gran volumen, el contenido estomacal se llena con una pequeña cantidad de producto, impidiendo que el animal disponga de suficientes nutrientes para conseguir niveles de producción altos.  Los productos de origen vegetal o animal en estado natural, frescos o conservados y los derivados de su transformación industrial, asà como las sustancias orgánicas o inorgánicas, simples o mezcladas, contengan o no aditivos, que estén destinados a la alimentación animal por vÃa oral.
 Están formados por cadenas de carbono hidrogenadas, con un grupo amino (CNH2) y un grupo hidroxilo (COOH) terminales. Se han aislado cerca de 200 AA del material biológico, pero solo 20 aparecen comúnmente como componentes de las proteÃnas. Se clasifican en aminoácidos no esenciales y esenciales, según puedan o no ser formados en el organismo del animal a partir de otros aminoácidos, respectivamente.
Los aminoácidos esenciales son: arginina, fenilalanina, histidina, isoleucina, leucina, lisina, metionina, treonina, triptófano y valina. Los aminoácidos tirosina y cistina se consideran semiesenciales, ya que solo pueden ser formados a partir de un aminoácido esencial (fenilalanina y metionina, respectivamente).
¿Cuántas calorías debo comer al día?
Una de las claves para mantener un peso ideal consiste en comer sano y con moderación. Aunque no todo es cuestión de contar calorías, nunca está de más saber cuántas se deben consumir diariamente, según aconsejan los expertos. La ingesta calórica correcta siempre va a depender de cada persona, tal como señala la Fundación Española de Nutrición, que apunta que las necesidades nutricionales varían según la edad, el sexo y el estado de salud.
- En general, la Organización Mundial de la Salud establece un cálculo genérico : entre 1.600 y 2.000 calorías al día para las mujeres, y para los hombres entre 2.000 y 2.500,
- Pero para conocer la necesidad energética de cada persona de manera más exacta hay que tener en cuenta 2 factores: el metabolismo basal y la actividad física.
Lo que las bebidas ‘bajas en calorías’ le hacen a tu cerebro y a tu cuerpo El metabolismo basal hace referencia al número de calorías que gastamos en funciones fisiológicas como respirar, comer, dormir. Es decir, son los requerimientos energéticos del cuerpo para realizar funciones básicas (continua renovación de estructuras corporales, circulación sanguínea, respiración, etc.) en reposo.
Mujeres : + × Factor actividad. Hombres : + × Factor actividad.
Para añadir la cifra correspondiente al ‘factor actividad’ hay que tener en cuenta estas condiciones:
1,2 para personas sedentarias 1,375 para personas con poca actividad física (ejercicio de 1 a 3 veces por semana).1,55 para individuos que realizan actividad moderada (ejercicio de 3 a 5 veces por semana).1,725 para personas que hacen actividad intensa (ejercicio de 6 a 7 veces por semana).1,9 para atletas profesionales (entrenamientos de más de 4 horas diarias).
Aunque esta fórmula es algo compleja, hay otras más sencillas que también darán un resultado aproximado para los adultos:
Hombres: multiplicar el peso en kg por 25.Mujeres: multiplicar el peso en kg por 23.
Ante todo, es muy importante seguir siempre las recomendaciones de los profesionales para saber qué necesita cada persona según su estado de salud. Descubre más sobre Andrea Gómez Bobillo autor/a de este artículo. Conoce cómo trabajamos en BusinessInsider.
¿Qué da más energía proteínas o carbohidratos?
Los carbohidratos, las proteínas y las grasas son los principales tipos de macronutrientes de los alimentos (nutrientes que se requieren diariamente en grandes cantidades). Aportan el 90% del peso seco de la dieta y el 100% de su energía. Estos tres nutrientes proporcionan energía (medida en kilocalorías o kcal), pero la cantidad de energía que aporta 1 g es distinta en cada caso:
4 kcal por gramo de hidratos de carbono o proteína 9 kcal por gramo de grasa
Estos nutrientes son también distintos en cuanto a la rapidez con que proporcionan la energía. Los hidratos de carbono son los más rápidos y las grasas son las más lentas. Los hidratos de carbono, proteínas y grasas se digieren en el intestino, donde se descomponen en sus unidades fundamentales:
Los carbohidratos en azúcares Las proteínas en aminoácidos Grasas en ácidos grasos y glicerol
Utilizando estas unidades básicas, el organismo sintetiza las sustancias necesarias para su crecimiento, mantenimiento y actividad física, e incluso las emplea para la síntesis de otros hidratos de carbono, grasas y proteínas. De acuerdo con el tamaño de sus moléculas, los hidratos de carbono pueden ser simples o complejos.
Hidratos de carbono simples: diversos tipos de azúcares, como la fructosa (azúcar de la fruta) y la sacarosa (azúcar de mesa) son hidratos de carbono (carbohidratos) simples. Como son moléculas pequeñas, el organismo puede metabolizarlas y absorberlas prontamente y son la fuente más rápida de energía. Aumentan rápidamente la concentración de glucosa sanguínea (azúcar en sangre), que también es un hidrato de carbono simple. Las frutas, los productos lácteos, la miel y el jarabe de arce contienen grandes cantidades de hidratos de carbono simples, que proporcionan el sabor dulce a la mayoría de caramelos y pasteles. Hidratos de carbono complejos: estos hidratos de carbono se componen de largas cadenas de hidratos de carbono simples. Debido a que los hidratos de carbono complejos son moléculas más grandes que los simples, deben descomponerse en hidratos de carbono simples antes de ser absorbidos. Por lo tanto, tienden a proporcionar energía al cuerpo más lentamente, pero con mayor rapidez que las proteínas o grasas. Debido a que se digieren más lentamente que los hidratos de carbono simples, es menos probable que se conviertan en grasa. También hacen que la concentración de azúcar en sangre aumente más lentamente y en concentraciones inferiores a las de los hidratos de carbono simples, pero lo hacen durante más tiempo. Los hidratos de carbono complejos incluyen almidones y fibras, que están presentes en productos de trigo tales como panes y pastas, otros cereales (como el centeno y el maíz), frijoles o alubias y tubérculos (como las patatas o las batatas).
Los hidratos de carbono pueden ser Si se consume un exceso de hidratos de carbono, el organismo almacena una parte de ellos en las células (en forma de glucógeno) y convierte el resto en grasa. El glucógeno es un hidrato de carbono complejo que el organismo puede convertir fácil y rápidamente en energía.
- El glucógeno se almacena en el hígado y en los músculos, que lo usan para producir energía durante el ejercicio intenso.
- La cantidad de hidratos de carbono almacenados como glucógeno casi puede proporcionar las calorías necesarias de un día.
- Algunos otros tejidos corporales almacenan hidratos de carbono en forma de hidratos de carbono complejos que no pueden usarse para proporcionar energía.
La mayoría de los expertos recomiendan que aproximadamente entre el 50 y el 55% del requerimiento calórico diario provenga de hidratos de carbono, la mayoría procedentes de frutas y verduras. frijoles (judías) y legumbres, además de cereales sin refinar.
Menos del 10% de las calorías diarias totales deben provenir de azúcares añadidos. Los azúcares añadidos son jarabes y otros edulcorantes calóricos utilizados en distintos productos alimenticios. Los azúcares añadidos se incluyen en la lista de ingredientes presente en las etiquetas de los alimentos. Incluyen azúcar moreno, edulcorante de maíz, jarabe de maíz, dextrosa, fructosa, glucosa, jarabe de maíz de alto contenido en fructosa, miel, azúcar invertido, lactosa, jarabe de malta, maltosa, melaza, azúcar crudo, sacarosa, trehalosa y azúcar turbinado o sin refinar.
Los azúcares naturales, como los de la fruta o la leche, no son azúcares añadidos. El índice glucémico es una forma de clasificar los alimentos en función de la rapidez con la que el consumo de hidratos de carbono aumenta las concentraciones de azúcar en sangre.
Los valores van desde 1 (el más lento) a 100 (el más rápido, el índice de glucosa pura). Sin embargo, la rapidez con que realmente aumentan los niveles depende también de qué alimentos se ingieren al mismo tiempo, así como de otros factores. El índice glucémico de los hidratos de carbono complejos tiende a ser menor que el de los simples, pero hay excepciones.
Por ejemplo, la fructosa (el azúcar simple de los carbohidratos de las frutas) tiene un índice glucémico bajo. Los siguientes factores también influyen en el índice glucémico de un alimento:
Procesamiento: los alimentos procesados, refinados o molidos tienden a tener un mayor índice glucémico. Tipo de almidón: los diferentes tipos de almidón se absorben de forma diferente. Por ejemplo, la fécula de la patata se digiere y absorbe en el torrente sanguíneo con relativa rapidez. El almidón de la cebada se digiere y se absorbe mucho más lentamente. Contenido en fibra: cuanta más fibra tiene un alimento, más difícil es de digerir. Como resultado, el azúcar se absorbe más lentamente en el torrente sanguíneo. Madurez de la fruta: cuanto más madura sea la fruta, más azúcar contiene y mayor es su índice glucémico. Contenido en grasas o grado de acidez: a mayor contenido en grasas o grado de acidez de un alimento, más pausada será su digestión y más lentamente se absorberán sus azúcares en el torrente sanguineo. Preparación: el modo de preparación de un alimento puede influir en la rapidez con la que se absorbe en el torrente sanguíneo. En general, cocinar o moler los alimentos aumenta su índice glucémico porque con estos procesos son más fáciles de digerir y de absorberse. Otros factores: la forma en que el organismo procesa los alimentos varía de una persona a otra, afectando a la rapidez con que los hidratos de carbono se convierten en azúcar y se absorben. También afecta cuánto se mastica un alimento y lo rápido que se ingiere.
A pesar de la asociación entre los alimentos con un bajo índice glucémico y una mejor salud, utilizando este índice para elegir los alimentos no se consigue automáticamente una dieta saludable. Por ejemplo, el índice glucémico de las patatas fritas y de algunas chocolatinas (productos poco convenientes para la salud) es más bajo que el de algunos alimentos más favorables, como el arroz integral. El índice glucémico solo indica la rapidez con que los hidratos de carbono pasan al torrente sanguíneo. Este índice no tiene en cuenta la cantidad de hidratos de carbono que contiene un alimento, lo cual también es importante. La carga glucémica comprende el índice glucémico y la cantidad de hidratos de carbono que contiene un alimento.
- Determinados alimentos como las zanahorias, los plátanos, la sandía o el pan de trigo integral, tienen un índice glucémico alto, pero contienen relativamente pocos hidratos de carbono y por ello una baja carga glucémica.
- Estos alimentos tienen poco efecto sobre el nivel de azúcar en sangre.
- La carga glucémica también incluye cómo la combinación de alimentos (comidos juntos) afecta a los cambios en la concentración de azúcar sanguíneo.
El índice glucémico no incluye dicha información. Las proteínas están constituidas de unidades denominadas aminoácidos, que forman largas cadenas. Debido a la compleja naturaleza molecular de las proteínas, el organismo necesita más tiempo para disociarlas.
- En consecuencia, son una fuente más lenta y duradera de energía que los hidratos de carbono.
- Existen 20 aminoácidos.
- El organismo sintetiza algunos de ellos a partir de compuestos orgánicos, pero no puede sintetizar nueve de ellos, denominados aminoácidos esenciales.
- Estos deben consumirse en la dieta.
Todas las personas necesitan ocho de estos aminoácidos: isoleucina, leucina, lisina, metionina, fenilalanina, treonina, triptófano y valina. Los lactantes necesitan, además, un noveno aminoácido, la histidina. El porcentaje de proteínas que el organismo puede usar en la síntesis de los aminoácidos esenciales varía entre unas proteínas y otras.
El organismo puede usar el 100% de las proteínas del huevo y un alto porcentaje de las que contienen la leche y las carnes. Puede usar algo menos de la mitad de las proteínas de la mayoría de las verduras y los cereales. El organismo necesita proteína para mantener y reponer los tejidos y para funcionar y crecer.
Generalmente no se utilizan para obtener energía. Sin embargo, si el organismo no está recibiendo suficientes calorías procedentes de otros alimentos o de la grasa almacenada, las proteínas se descomponen en cuerpos cetónicos que se utilizan para obtener energía.
- Si se consumen más proteínas de las necesarias, entonces el organismo las descompone y las almacena en forma de grasa.
- El organismo contiene grandes cantidades de proteínas; son el principal componente del organismo y constituyente fundamental de todas las células.
- Por ejemplo, los músculos, el tejido conjuntivo y la piel están formados por proteínas.
Los adultos necesitan consumir más o menos 60 g de proteína al día (0,8 g/kg de peso o del 10 al 15% del total de calorías). Existe controversia respecto a la cuestión de si consumir más ayuda a la mayoría de los adultos. Los adultos que están tratando de desarrollar músculo necesitan algo más.
- Los niños también requieren más proteínas porque están creciendo.
- Las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia o las personas que sufren una enfermedad grave también necesitan más.
- Las personas que ingieren un número limitado de calorías para adelgazar suelen necesitar una mayor cantidad de proteína para evitar la pérdida de músculo mientras están perdiendo peso.
Las personas mayores pueden requerir niveles más elevados de proteínas, hasta 1,2 g/kg de peso corporal. Sin embargo, esta cantidad es excesiva y potencialmente perjudicial en el caso de ciertos trastornos, como la insuficiencia renal y el fallo renal.
- Los estudios también muestran que las proteínas son más saciantes (ayudan a las personas a sentirse satisfechas durante más tiempo) que los carbohidratos y las grasas.
- Las grasas son moléculas complejas compuestas de ácidos grasos y glicerol.
- El organismo las necesita para crecer y obtener energía.
- También las utiliza para sintetizar hormonas y muchas otras sustancias necesarias para las actividades del organismo (como las prostaglandinas).
Son la fuente más lenta de energía, pero también, a su vez, la forma más eficiente. Cada gramo de grasa proporciona al organismo alrededor de 9 kcal, más del doble de las proporcionadas por las proteínas o los hidratos de carbono. El organismo aprovecha esta eficiencia para almacenar cualquier exceso de energía en forma de grasa.
- El cuerpo acumula los excesos de grasa en el abdomen (grasa visceral) y bajo la piel (grasa subcutánea), para usarla cuando necesite más energía.
- El organismo también puede depositar el exceso en los vasos sanguíneos y dentro de algunos órganos, donde puede obstruir el flujo sanguíneo y dañar el órgano afectado, causando a menudo graves enfermedades.
Cuando el organismo necesita ácidos grasos, puede fabricar (sintetizar) algunos de ellos. Otros, denominados ácidos grasos esenciales no pueden sintetizarse y han de ser consumidos en la dieta. Los ácidos grasos esenciales constituyen cerca del 7% de las grasas consumidas en una dieta normal, lo cual representa el 3% del total de las calorías (alrededor de 8 g).
- Entre estos se incluyen el ácido linoleico y el ácido linolénico, presentes en ciertos aceites vegetales.
- El ácido eicosapentaenoico y el ácido docosahexaenoico, que son esenciales para el desarrollo del cerebro, se sintetizan a partir del ácido linolénico.
- No obstante, también se encuentran en algunos aceites de pescado obtenidos de peces de agua salada, que son una fuente más eficaz.
El ácido linoleico y el ácido araquidónico son ácidos grasos omega-6. El ácido alfa-linolénico, el ácido eicosapentaenoico y el ácido docosahexaenoico son ácidos grasos omega-3. Una dieta rica en ácidos grasos omega-3 puede reducir el riesgo de ateroesclerosis Ateroesclerosis La ateroesclerosis es un trastorno caracterizado por la aparición de placas de material graso (ateromas o placas ateroescleróticas) en las paredes de las arterias de mediano y de gran calibre. (lo que incluye arteriopatía coronaria Introducción a la arteriopatía coronaria (coronariopatía) La arteriopatía coronaria (coronariopatía) es una enfermedad en la que el aporte de sangre al miocardio (músculo cardíaco) está bloqueado en parte o en su totalidad. El miocardio necesita una. obtenga más información ). La trucha de lago y ciertos peces de aguas profundas contienen grandes cantidades de ácidos grasos omega-3. (Las mujeres que están embarazadas o amamantando deben elegir pescado con bajo contenido de mercurio. Véase Mercurio en pescados y mariscos Mercurio en pescados y mariscos Algunos factores de riesgo están presentes antes de que las mujeres se queden embarazadas. para más información.) Con variaciones según los distintos lugares, el consumo de ácidos omega-6 puede ser suficiente, como ocurre, por ejemplo, en Estados Unidos, dado que se encuentran en los aceites utilizados en muchos alimentos procesados, pero el consumo de ácidos grasos omega-3 puede ser insuficiente. Existen distintos tipos de grasas:
Monoinsaturadas Poliinsaturadas Saturada
Las grasas trans (ácidos grasos trans) pertenecen a una categoría diferente. Son un producto de fabricación humana, formadas mediante la adición de átomos de hidrógeno (hidrogenación) a ácidos grasos monoinsaturados o poliinsaturados. Las grasas son o parcialmente o totalmente hidrogenadas (o saturadas con átomos de hidrógeno).
- La principal fuente dietética de grasas trans en muchos lugares suelen ser los aceites vegetales parcialmente hidrogenados, previamente usados en gran cantidad de alimentos procesados.
- El consumo de grasas trans puede afectar negativamente a las concentraciones de colesterol en el cuerpo y puede contribuir al riesgo de ateroesclerosis Ateroesclerosis La ateroesclerosis es un trastorno caracterizado por la aparición de placas de material graso (ateromas o placas ateroescleróticas) en las paredes de las arterias de mediano y de gran calibre.
obtenga más información, Debido a esto, la Food and Drug Administration (Agencia Federal para Alimentos y Medicamentos, FDA por sus siglas en inglés) de Estados Unidos ha prohibido el uso de grasas trans en los alimentos procesados. Los expertos suelen recomendar que
La grasa se debe limitar a menos del 28% aproximadamente del total de calorías diarias (o menos de 90 gramos por día). Las grasas saturadas se deben limitar a menos del 8%.
Se recomienda eliminar las grasas trans de la dieta. Siempre que sea posible, las grasas monoinsaturadas y las grasas poliinsaturadas, incluido el omega-3, deben sustituir a las grasas saturadas y las grasas trans.
¿Qué cantidad de energía tienen los alimentos?
Los macronutrientes son: los hidratos de carbono (1 gramo aporta 4 kcal), las proteínas (1 gramo aporta 4 kcal) y las grasas o lípidos (1 gramo aporta 9 kcal). Los micronutrientes son las vitaminas (A, B, C, D, E, etc.) y los minerales (calcio, hierro, magnesio, etc.) que no aportan calorías.
¿Qué pasa si te alimentas de pura proteína?
Para la mayoría de las personas sanas, una dieta con alto contenido de proteínas generalmente no es dañina, en especial cuando se sigue por un corto tiempo. Estas dietas pueden ayudar a la pérdida de peso porque te hacen sentir más lleno. Sin embargo, pueden ocurrir muchos problemas de salud cuando sigues una dieta alta en proteínas durante mucho tiempo.
- Algunas dietas altas en proteínas limitan tanto el consumo de carbohidratos que posiblemente no obtengas los nutrientes ni las fibras necesarias. Esto puede causar problemas como mal aliento, dolor de cabeza y estreñimiento.
- Algunas dietas altas en proteínas permiten el consumo de carne roja, carnes procesadas y otros alimentos ricos en grasas saturadas. Estos alimentos pueden aumentar el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas. Además, pueden aumentar el colesterol de las lipoproteínas de baja densidad (LDL, por sus siglas en inglés), que es el colesterol “malo”.
- Una dieta alta en proteínas puede empeorar el funcionamiento de los riñones en personas con enfermedad renal. Esto puede suceder porque es posible que el cuerpo no pueda eliminar todos los desechos de las proteínas descompuestas.
Si quieres seguir una dieta alta en proteínas, elige con cuidado las proteínas que consumas. Evita las carnes procesadas. Elige buenas opciones de proteína, como las siguientes:
- Proteína de soja
- Frijoles (alubias, porotos)
- Frutos secos
- Pescado
- Pollo magro sin piel
- Carnes magras
- Carne de cerdo
- Productos lácteos bajos en grasa
La calidad de los carbohidratos que comes también es importante. Elimina los carbohidratos procesados de tu dieta, como las papas fritas y las galletas dulces. Elige carbohidratos con alto contenido de fibra y nutrientes, como los granos integrales, las verduras y las frutas.
- Antes de comenzar una dieta para perder peso, habla con el proveedor de atención médica.
- Esto es especialmente importante si tienes una enfermedad renal, diabetes u otras afecciones médicas crónicas.
- Recuerda que la pérdida de peso puede ser a corto plazo, en particular si vuelves a comer como lo hacías antes.
El mejor plan de alimentación es aquel que puedas mantener.
¿Cuál es la fruta que contiene más calorías?
Nutrición Actualizado a: Jueves, 24 Noviembre, 2016 13:29:12 CET En las frutas y verduras, la regla de que más calorías son sinónimo de alimentos que favorecen el incremento de peso no es cierta. La Organización Mundial de la Salud (OMS ) recomienda un consumo de al menos 400 gramos diarios de fruta y de verdura, esto son, unas tres piezas de fruta diaria. De estas, al menos una de ellas se puede ingerir como zumo natural, ya que de esta forma contiene menos azúcares. Sin embargo, no todos cumplen esta regla. Lo que puede deberse al temor acerca de las supuestas calorías de determinadas frutas y ciertos rumores sobre si engordan. Sergio Caja, doctor en biología molecular del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) en Madrid, formado en nutrición y gestión científica por el Instituto Empresa, nos aclara los falsos mitos sobre las calorías de la fruta y nos da las claves para introducirlas en nuestra dieta. Los dátiles son la fruta que más calorías contiene, unas 273 kcal por cada 100 gramos, estando el producto seco sin azúcar añadido. A pesar de este dato, constituyen una importante fuente de fibra, ya que aportan el 36 por ciento de la cantidad diaria recomendada para un adulto. También destaca su alto contenido en vitamina B6, encargada de la producción de neurotransmisores en el cerebro, del rendimiento muscular y del aumento de la producción de energía. No destacan tanto por su aporte en grasas y proteínas como en minerales como magnesio, hierro y potasio, convirtiendo a los dátiles en frutas ideales para los hipertensos y eficaces como antioxidantes gracias a su alta concentración en selenio. Resultan perfectos para quienes practican deporte, para el crecimiento de niños y jóvenes e, incluso, para prevenir el envejecimiento evitando que se acumulen los radicales libres, denominados ROS. A pesar de todos estos valores nutricionales, algunos especialistas han desaconsejado su consumo en dietas de adelgazamiento o para diabéticos. Esto puede deberse a su composición de azúcares como la glucosa y fructosa en un 65 por ciento. Ante esto, Caja muestra su desacuerdo por dos motivos: “el primero, porque la fructosa, que contienen en un 50 por ciento, es un azúcar con alto poder edulcorante y saciante y, por consiguiente, favorece una reducción en la cantidad de comida que se ingiere lo que tiene un impacto positivo, no solo en la diabetes sino también en el desarrollo de la,html” target=”_self” title=”Obesidad”> obesidad “. A esto añade que los dátiles, a pesar de su alto contenido en azúcares, no aumentan la glucemia de la sangre y resultan aptos para diabéticos.
¿Cuál es la mejor fruta para comer en el desayuno?
Descubre cuál es la mejor fruta para el desayuno – Lo cierto es que a la pregunta cuál es la mejor fruta para el desayuno, no podemos dar una única respuesta como correcta, ya que todas las frutas tienen beneficios para la salud y pueden ser una excelente opción para incluir en nuestra primera comida del día.
Sin embargo, algunas frutas pueden ser más beneficiosas que otras, dependiendo de las necesidades nutricionales y gustos personales de cada individuo. Algunas de las mejores frutas para desayunar pueden ser las frutas bayas, como los arándanos, frambuesas y fresas; ricas en antioxidantes y fibra. Por otro lado, la manzana también constituye una de las mejores frutas para desayunar, al ser rica en pectina y ayudar a mantener los niveles de azúcar en sangre estables.
El plátano, por su parte, también destaca por ser una gran fuente de potasio y ayudar a regular la presión arterial. Otras frutas recomendadas para el desayuno incluyen el kiwi, que es rico en vitamina C, el mango ; rico en vitamina A, y las naranjas ; una excelente fuente de vitamina C y fibra.
¿Cuáles son los grupos energéticos?
Existen dos grandes grupos de nutrientes: los energéticos: carbohidratos, proteínas y grasas, y los no energéticos: vitaminas, minerales y agua.
¿Qué nutriente energético debe ser consumido en mayor cantidad?
Hidratos de carbono – También conocidos como glúcidos, su principal función es aportarnos energía, Son el combustible ideal, pues al quemarse dejan pocos residuos en el organismo, algo que sí ocurre en el caso de las proteínas, que suele dejar gran cantidad de tóxicos al convertirse en energía.
Almidones: Presentes en cereales, legumbres, patatas, etc., se deben cocinar para poder ser asimilados por el organismo. Azúcares: están presentes de manera natural en la fruta, la leche, a miel y se caracterizan por su sabor dulce. Pueden ser simples —que se absorben en el intestino sin necesidad de digestión, como la glucosa— o complejos —que necesitan descomponerse primero, como la lactosa—. Fibra: Está presente en frutas, verduras, cereales integrales y se trata de un hidrato tan complejo que es imposible de digerir y asimilarse, por lo que su función principal es la de limpiar el intestino grueso. Debe consumirse cruda para que mantenga sus propiedades.
Se recomienda que los hidratos de carbono representen entre el 50 y el 55% de las calorías de nuestra dieta y una cantidad mínima de 100 gramos diarios. De ellos, un 25 deberían ser de fibra y no más de 20 de azúcares simples. Un exceso de hidratos produce sobrepeso y obesidad.
¿Cuáles son los nutrientes que nos aportan energía?
Generalidades – Los principales nutrientes (proteínas, carbohidratos y grasas) proporcionan energía al organismo. Esta energía mantiene latiendo al corazón, activo al cerebro y en funcionamiento a los músculos. La energía se mide en calorías.
Nutriente | Función | Algunas fuentes |
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Las proteínas tienen 4 calorías por gramo. | Proporcionan energía; construyen y reparan las células del cuerpo; son parte de varias enzimas, hormonas y anticuerpos. | Carne, aves, pescado, huevos, frijoles, leche y productos lácteos, granos, semillas y nueces |
Los carbohidratos tienen 4 calorías por gramo. | Proporcionan la energía que necesitan el cerebro, el sistema nervioso y los glóbulos rojos. | Panes, granos de cereal, pastas, arroz, frutas, verduras con almidón, leche, azúcar |
Las grasas tienen 9 calorías por gramo. | Proporcionan energía; transportan otros nutrientes solubles en grasa (vitaminas); son parte de la membrana de las células, de las membranas que rodean los nervios, las hormonas, la bilis (para la digestión de las grasas). | Carnes y aves, algunos pescados, leche y productos lácteos que no son descremados, nueces y semillas, aceites, mantequilla, margarina, aderezos para ensaladas, algunos dulces, algunos postres |
Revisado: 9 mayo, 2022 Autor: El personal de Healthwise Evaluación médica: Anne C. Poinier MD – Medicina interna & Kathleen Romito MD – Medicina familiar & Rhonda O’Brien MS, RD, CDE – Educador en diabetes certificado Esta información no reemplaza el consejo de un médico.
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